lunes, 18 de febrero de 2013

En Defensa de una Epidemiología con Número




En los últimos años, tanto en la epidemiología latinoamericana como en la anglosajona, abundan las críticas a la llamada epidemiología moderna, que ha predominado recientemente sobre todo en los Estados Unidos y que ha tenido enorme influencia sobre el desarrollo y el enfoque con el que se ha desarrollado la epidemiología en el resto del mundo. Las características más importantes de esta epidemiología son el énfasis en la medición y la cuantificación, y la obsesión con el uso de diseños de estudio y técnicas analíticas que permitan sacar conclusiones causales a partir de datos empíricos puramente observacionales. Es una epidemiología eminentemente cuantitativa, empírica y analítica. Este paradigma (en sentido kuhniano) epidemiológico queda plasmado en su máxima expresión en el tratado titulado Modern Epidemiology, de Rothman y Greenland, texto a menudo críptico, lleno de fórmulas, centrado exclusivamente en problemas analíticos y con tendencia a transformar en problemas cuantitativos complejísimos ciertas cuestiones que durante décadas la epidemiología más tradicional trató de manera relativamente simple.